En Nirosa, como bien sabéis, estamos muy comprometidos con el medio ambiente y todo lo que conlleve cuidar nuestro planeta, por ello hoy queremos adentrarnos en el tema de reciclaje de metales.

¿Sabes que los metales tienen que pasar por un proceso para poder ser reciclados? ¿Y que hay algunos metales que no se puede reciclar?

Os contamos todo en el siguiente post…

¡Comenzamos!

El proceso de reciclado de metales

Vamos a empezar por el proceso que se le debe hacer a todos los metales para poder ser reciclados.

Se divide en varias fases y son las siguientes:

La primera fase es la recolección, en la cual empresas especializadas recogen los desechos. Seguidamente entra en acción la fase de separación, en este paso consiste en separar los metales desechados. Aquellos que estén en buen estado se separan de los que presenten un daño serio (como la oxidación) y/o de otro tipo de materiales, como por ejemplo madera o plástico.

A continuación, como tercera fase está la preparación y trituración que consiste en una vez separados, se compactan los metales para facilitar su manejo. Tras ello comienza el proceso de trituración, con el objetivo de reducir el volumen de los residuos metálicos para ahorrar energía en la fundición. En esta fase de fundición, las láminas o piezas de metal resultantes de la trituración pasan por un horno para ser fundidos. Este es el proceso que marca la diferencia con la fabricación de metales completamente nuevos, ya que el reciclado utiliza mucho menos calor y agua que el proceso de producción de metales desde cero.

Reciclaje de metales

La última fase es la purificación, en la cual se aseguran que los metales procesados están libres de impurezas. Para ello se emplean técnicas como electrólisis o mecanismos magnéticos que eliminen posibles restos de metales o materiales indeseados. Finalmente, el metal fundido pasa por un proceso de enfriamiento que lo deja listo para ser reutilizado y reincorporado a distintas cadenas de suministro.

Están son las fases que dan lugar al reciclaje de metales que es tan importante e imprescindible para equilibrar y reducir lo máximo posible los residuos.

Metales reciclables y metales no reciclables

En general, prácticamente todos los metales se pueden reciclar pero hay algunas excepciones.

Comencemos por los que sí se pueden reciclar:

-Hierro: Es uno de los metales más duros que existen y se encuentra en numerosos objetos cotidianos como: herramientas, verjas, hierro forjado…

-Acero: Es otro metal que está muy presente en nuestro día a día, ya que se encuentra en electrodomésticos o en piezas de nuestro coche. También son de acero muchos objetos de menaje del hogar, equipamiento de jardín y mobiliario, escaleras, motores, herramientas, latas, marcos, clavos, tuercas.

-Aluminio: Es un metal muy versátil, por ello lo tenemos presente a diario en utensilios de cocina, platos, puertas, ventanas, muebles de jardín, contenedores, papel aluminio, latas, bicicletas, herramientas, entre otros.

Reciclaje de metales

-Cobre: Es un elemento clave para el mundo eléctrico por su conductibilidad y flexibilidad. Se encuentra en tuberías, canalones, cables, conductores, cacerolas y ollas.

-Bronce: Es un metal que nace de la aleación de cobre y estaño. Está presente en  pomos de puertas, ornamentación, orfebrería y estatuas.

-Latón: Es la mezcla cobre y zinc y su uso mayoritario es para piezas decorativas, como por ejemplo la bisutería.

-Plomo: es un metal que se funde con mucha facilidad y en el pasado se ha utilizado para crear muchos objetos, pero en la actualidad se encuentra, sobre todo en baterías.

Reciclaje de metales

Por otro lado, los metales que no se pueden reciclar son aquellos que han sido utilizados como contenedores de pintura,  residuos tóxicos o latas de aerosoles.

Reciclar es el futuro

Como se puede observar, el reciclaje de metales se puede llevar a cabo en infinidad de materiales. Y es un compromiso tanto de empresas, gobierno y ciudadanos reducir al máximo los residuos.

Os animamos a visitar la página web de Ecoembes para más información sobre reciclaje tanto de metales como de cantidad de cosas que tenemos a nuestro alcance.